... en qué bóvedas azules voy a guardarte de la alta oscuridad que me llama ...

sábado, 4 de febrero de 2012

Del principio de todo

Inútil fue contarte que prefería los muelles,
los días azules,
los acantilados con suficientes estrellas.

Los puentes con sombra necesaria para abismarse
una que otra soledad y tarde, en el amor.

Y fueron muchas.

Allí soñamos juntos, y te decía,
que el amor es olvidar que estamos solos.

La felicidad no es algo que pudieras darme,
pero fui feliz contigo.

Y ahora que se parte la luna
y comienzan a huír las estrellas,
yo te digo ya sin poesía
que consideres por ti, por mi,
esta oscuridad sin ventanas
que soy yo cuando faltas.