Esta, mi palabra,
es cadáver de viento insepulto en las albas,
eco vencido en las cuerdas de un poema que no mira.
Esperarás azul, entre murmullos claros
la deriva oscilatoria de los días
aún eres tú de mi espera herida
la oscuridad protagonista
y estás aquí, escribiendo a mi diestra
el rumbo diacrónico de la melancolía
mis besos ciegos van a tu horizonte inmóvil
tú como nube, extiendes tus naves
un pájaro trastorna el silencio de tu diadema,
mi voz es ese espejo que no sueña.
Cambia de espejo a uno que refleje quien de verdad sos: la voz interior que clama y espera.
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El mismo tema de siempre... Mmm... esta vez el simbolismo del verso final me engancha: "Mi voz es ese espejo que no sueña"... Tal vez si las estatuas de mármol en los parques escribieran, dirían algo como esto.
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