Amor que me dueles en la risa
y en la acostumbrada soledad de las calles
donde mi corazón como remanso hambriento te busca
en la descontinuada artificialidad de las miradas
amor que no me llamas y con derecho me eximes
sino de este beso, mensajero dulce de tu entraña
saber que no he de encontrarte
en la abnegada oración de los días
ni recordándote azul, con tu vestido de luciérnagas
radiante en la noche en que llovían
de tus ojos las estrellas.
"Amor que me dueles en la risa
ResponderEliminary en la acostumbrada soledad de las calles
donde mi corazón como remanso hambriento te busca
en la descontinuada artificialidad de las miradas."
Un embrujo nos posee y nos tiene hambrientos de fantasmas. Bebemos sangre de nuestra sangre y miramos absortos, sin mirar el camino incierto de la pérdida contínua.
"amor que no me llamas y con derecho me eximes
sino de este beso, mensajero dulce de tu entraña".
No sé quién brinda el derecho... ¿La arrogancia?... ¿La indiferencia acaso? ¿El amor enfermo?... ¿Debemos al verdugo el veneno? ¿La razón de estar escupiendo fuego... Transmutando el dolor en palabra?...
"saber que no he de encontrarte
en la abnegada oración de los días
ni recordándote azul, con tu vestido de luciérnagas
radiante en la noche en que llovían
de tus ojos las estrellas."
El recuerdo como siempre inmigrante; el recuerdo como eterno viajero; el recuerdo como postal enmarcada; la figura, la transfiguración hecha carne en aras del deseo y también porqué no decirlo... De esa clase de masoquismo... tal vez entre los humanos, tan compartido. Bonito poema que merece un segundo comentario. Siempre.
Un beso amiga bella. Cuídate.
primero que nada mi estimada Megara muchisisimas gracias por pasar al hoyo a ser participe de mi experimento sushisesco, siempre se agradecen los comentarios de gente con buena perspectiva como usted.
ResponderEliminarSeguno... ahhhh que bonito esta esto!!! un poema bien logrado y en realidad yo nunca he entendido bien aquello de las formas de la poesía pero el hecho de que me haya movido algo en la barriga mientras leía y que se me aguaran los ojos... eso ya me hace suponer qe es un graaaan trabajo, felicidades!
Creo, si mi vetusta memoria no me falla, uno de los poemas más bellos y perfectos que has escrito.
ResponderEliminarMi cariño...
A veces me parece que la tristeza poética es como la de Pessoa, un fingimiento que los poetas fingimos para que el que lo lea experimente el doble ocultamiento. Pero este ocultamiento no es negativo, el arte no es una plasticidad desnuda, como muchos quisieran creer, es más bien un sublime ocultamiento, muy a la Nietzsche, porque la luz, calcina con su forma y la tristeza sólo conoce la oscuridad, habremos de ocultarnos en el lenguaje, habremos de cicatrizar nuestras heridas con el poema. Tiene un ritmo muy parecido al de Alfonsina Storni, pero un poco menos desolado, aun en ese beso de la entraña que tiene tu poema, hay un poco de luz.
ResponderEliminarRepaso y repaso tu verso.
ResponderEliminarTe busco un poema malo, en vano.
Un abrazo.
hermosos versos se ven en este blog! felicidades Megara900
ResponderEliminarsi te parece bien te sigo..
saludos